Reflexión en base a un escrito desde la mirada del comportamiento humano.
El presidente de la Nación brindó su discurso de Apertura de las Sesiones Ordinarias en el Congreso Nacional. Ya acostumbrado, el primer mandatario no cesó de verter flagrantes mentiras relativas a todos los ámbitos de su gestión, algunas de ellas tan insólitamente escandalosas, que causaron la risa de gran parte del auditorio presente en el Congreso. Pero la gravedad que vive el pueblo no da para la risa: pobreza, desempleo, niños hambrientos, tarifazos, deuda, recesión, emigración, la lista es infinita.
Lo que llama la atención es la inmensa cantidad de expresiones, sea en el boca a boca o en las redes sociales, respecto a la "angustia" que genera escuchar al actual presidente Macri. “Lo empecé a escuchar y no pude seguir”; “me resulta insoportable tanta mentira”; “hace daño de solo atender lo que dice”, son algunas de las frases que acompañan a la palabra angustia en las expresiones que se ven por las redes y en las calles.
Una cuestión –muchas veces soslayada- de orden ético algo que el presidente desconoce, al dirigirse a una Nación, es que el insulto no resulta menos doloroso y/o violento que la "indiferencia" que muestra ante la realidad Argentina.
La fuerza política de CAMBIEMOS se ha caracterizado por mostrar una escandalosa diferencia entre "lo que dicen" en sus campañas y apariciones mediáticas, y "lo que hacen" a través de sus decisiones y sus políticas implementadas. En la utilización de la mentira se deja ver la subestimación que tienen hacia la inteligencia popular. Y la población comienza a entender los siguiente mensajes: “Ya sé, pero no me importa, me da igual”; “Ya sé que sufrís, pero tu dolor no interesa”; y la más decisiva de todas: “Ya sé que miento, pero esto no cuenta”. La angustia es el aviso, la señal –como dice Freud- de que algo de esta condición ética está en peligro.
Desde mi humilde opinión, el Pueblo burlado, dolido y con un mañana incierto, nos llama a la reflexión de País que queremos y como peronistas - en base a una Doctrina- no podemos seguir permitiendo que se atropelle nuestra inteligencia, capaces, como hemos demostrado siempre, de transformar la realidad y volver a hacer soñar al Pueblo Argentino.
