Nacional y Popular

"REVANCHISMO – DIRIGENCIA/MASAS" por José G. De Paolis



REVANCHISMO

“Mucho se ha dicho respecto de las persecuciones y los encarcelamientos, realizados con saña pertinaz de los hombres de la “revolución de Septiembre”, estarían inspirados en el “revanchismo”.

Lo rechazamos en absoluto. ¿Qué es esto del revanchismo?

Se nos ocurre que quienes han aventurado tal parecer, lo han hecho con alguna ligereza y sin un debido estudio de los acontecimientos. La revancha se apareja a la venganza.

¿Pero cómo explicar el encarcelamiento de hombres que nunca persiguieron ni encarcelaron a nadie? ¿Y el apresamiento de cientos obreros? ¿Y los hombres del Pueblo perseguidos? ¿Y las organizaciones obreras tomadas por la fuerza? ¿Y los fusilamientos? ¿Existen hechos, en el pasado inmediato, para dar pie a una supuesta revancha de esta naturaleza?

En realidad, lo que ha movido estos acontecimientos desgraciados son dos sentimientos, muy humanos, aunque lamentables. El odio y el miedo.

El odio es explicable. Se trataba de una clase, la oligarquía, tomando por las armas posiciones de las que había sido desalojadas por el Pueblo. La irrupción de lo popular dentro de las posiciones privilegiadas de la oligarquía tenía que traer, a través de una lucha de superviviencia, el odio sin límites de la clase cuyos privilegios estaban llamados a desaparecer.

El otro factor era el miedo. Las revoluciones viven en el miedo. Están rodeadas por el temor. Mucho más todavía, en el caso de una contra-revolución enemiga del Pueblo. Los hombres que ejercen su conducción viven en el miedo permanente de ser atacados. De ser traicionados. De ser derrocados.

Sospechan fantasmas en todos lados. En todas partes ven un enemigo oculto. Dentro y fuera del país. Incluso en sus propias filas. Por eso ocurre aquello de que las revoluciones devoran hasta sus propios hijos. Así se explica que se persiguiera, se encarcelara y hasta se matara.

Esto no es una ocurrencia nuestra. Y todo ello nos afirma en la idea de no origen en un sentimiento revanchista. Creemos – con verdad – que todo fue consecuencia del odio y del miedo. Odio de la oligarquía al Pueblo argentino. Que había efectuado una reforma social igualitaria. Y el miedo de su propia debilidad. Y de su impopularidad creer que los hechos de los revolucionarios de setiembre tuvieran su cada vez más creciente.

La generosidad- en cambio – es el rasgo de los fuertes. Por eso el Pueblo es siempre generoso.


DIVORCIO ENTRE DIRIGENCIA Y LAS MASAS

¿Puede hablarse de impopularidad de la revolución de Setiembre, cuando con rara uniformidad la han apoyado públicamente partidos tradicionales de la política argentina? ¿No probaría ello una orientación democrática y progresista en esa revolución?

En realidad, cuando hablamos de partidos políticos, podemos hacerlo con sentido de masas o un sentido de dirigentes. Opinamos que la revolución de Setiembre contó con el apoyo de los dirigentes; pero no con el de las masas.

Tal apoyo tuvo así un sentido meramente áulico y no un concurso auténticamente popular.


Esto necesita una breve explicación. El divorcio entre la masa y los partidos políticos argentinos, tomó categoría de hecho incontrovertible en 1946, cuando sus dirigentes no interpretaron los ideales de la masa popular. La oligarquía fue entonces la Unión Democrática.

En esa oportunidad los dirigentes de los partidos, por encima de los designios del pueblo, se aliaron a la oligarquía – a la que estuvieron siempre unidos – y pese al apoyo de los intereses imperialistas internacionales, el Pueblo los derrotó ampliamente en una admirable lección de civismo y de defensa de lo nacional. Desde entonces, sin distinción, tales dirigentes vivieron en la conspiración y en la resistencia hacia lo popular.

Ello explica los hechos que ocurrieron luego del triunfo del movimiento armado y de la toma del poder por la oligarquía (golpe de Estado).”

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