¿Por qué las cucarachas
mueren con las patas para arriba? – preguntó Latencio mirando al horizonte que se incendiaba
en mil colores.
Apolillo que se estaba llevando el primer trago a pecho,
quedó como petrificado y como un dios presocrático sentenció: las cucarachas mueren con las patas para
arriba porque se han dispuesto a caminar el cielo…
- Pero ¿Por qué existen
las cucarachas? ¡Qué necesidad hay! – lanzó Pilinia, interrumpiendo una discusión de tintes
esjatológicas y agitando el puño al cielo a modo de protesta cósmica.
- Respondo esa pregunta
y todas, desde una cosmovisión específica y controversial… sépanlon – exclamó Apolillo mientras se
aprovisionaba de un inmenso puñado de maníes suficiente para proveer serotonina a toda una universidad.
- Escupa con confianza pues el otro en tanto otro nos aporta y enriquece
– afirmó triunfal Odoro mientras se prendía un pucho por el lado del filtro.
- Bien… las cucarachas,
las moscas, los melkonian, los sturzenegger, los prat-gay y los mosquitos con
dengue existen como incentivos para reafirmar lo que tenemos de
humano – dijo
Apolillo ante el silencio expectante de los otros y prosiguió - Las abejas existen para dar miel y las
arañas para morfarse a los bichos; pero las cucarachas, los prat-gay y los
piojos ¿para qué existen, sino como fehacientes indicadores de que hay suciedad
o podredumbre?... Y ante tanta alimaña suelta ¿qué hace el hombre que entiende
a la “higiene” como un requisito básico para la salud? Empieza a sentir una
pulsión a limpiar. Ese movimiento higiénico constituye una autoafirmación del
“yo” que quiere preservar la salud o quiere sanarse. ¿Se entiende? Se
auto-afirma aquel que se sentía postergado o negado así mismo. La autoafirmación
tiene un algo de reposición... El yo busca sobreponerse a los obstáculos que le
impiden ser él mismo. El individuo busca hacerse valer. Es la existencia misma…
Los incentivos de la vida a veces son internos y otros externos; algunos
positivos o negativos….
Odoro que había escuchado todo con sorpresa y atención
inquirió – Osea que su señoría dice que
las cucarachas, los melkonian, y los etc ¿existen porque hay suciedad o
podredumbre?
Apolillo, envuelto en un halo de misterio, contestó– Han creado un hábitat favorable al
bicherío … -
Pilinia - fiel a su género - se levantó de un salto
exclamando – Entonces ¡nos movemos o nos comen los piojos!