"SAN MARTÍN, RIVADAVIA Y LA PATRIA QUE NOS TOCA" por Claudio Ochoa


En este 17 de agosto siempre me acuerdo que el general José de San Martin fue acusado de “traidor a la patria” y corrupto por haberse “robado un Ejército entero”, aquel ejército del Norte que - al fin y al cabo - utilizó para la empresa libertadora continental. Tamañas acusaciones fueron realizadas por Bernardino Rivadavia y Julián Álvarez, un prolífico comerciante, que, en ese entonces, dirigía el periódico “La Gaceta de Buenos Aires”. 


Conviene recordar que Bernardino Rivadavia fue socio de la banca inglesa, inventó la deuda externa argentina y fue responsable del primer default de nuestra historia... Algunos coetáneos lo describen como “muy poco aventajado en las letras” y acérrimo unitario y porteñista ¿A quiénes se parece? 


También conviene destacar que a causa de Rivadavia - quién había tomado la férrea decisión de destruir a San Martín y quitarle todo tipo de apoyo- es que San Martín tuvo que tomar la drástica decisión de retirarse de todos sus cargos, dejarle sus tropas a Bolívar y regresar a su país, en lo que se conoce como la “Entrevista” o el “Misterio de Guayaquil”, un misterio poco misterioso.... 


 “He convocado al Congreso para presentar ante él mi renuncia y retirarme a la vida privada con la satisfacción de haber puesto a la causa de la libertad toda la honradez de mi espíritu y la convicción de mi patriotismo. Dios, los hombres y la historia juzgarán mis actos públicos.” 

José de San Martín (carta a Bolívar. Lima, 10 de septiembre de 1822).


De Perú, pasó a Chile y luego a la provincia de Mendoza, Mientras San Martín permaneció en Mendoza, retirado en su chacra, Bernardino Rivadavia y el gobierno de Buenos Aires lo molestó de todas las formas posibles. Persecuciones y hostilidades constantes, obligan a José de San Martín a exiliarse en el extranjero... El 10 de febrero de 1824 partió hacia el puerto de El Havre (Francia). 


Es así que a San Martín lo vemos alejándose hacia el exilio, mientras que a Rivadavia lo vemos endeudándose con la Baring Brother y constituyendo una Sociedad Anónima junto a los ingleses, la Mining Co, para explotar las minas de Famatina en la Rioja. El empréstito Baring, contraído en 1824 por Bernardino Rivadavia, se terminó de pagar en 1947, más de 120 años después... y lo pagó otro general; pero que se llamaba Juan Domingo Perón. Hablando de desendeudamiento...


 Volviendo a San Martín: 


 En su exilio, y como – psicológicamente - no podía ser de otra manera, el General siempre estaba atento a lo que pasaba en su Patria y en cuanto se enteró del inicio de la guerra con el Brasil, tomó la decisión de volver y ofrecer sus servicios. Pero como el país seguía en manos de su archi enemigo Rivadavia, sólo cuando asumió su compañero del Ejército de los Andes, Manuel Dorrego, decidió embarcarse hacia Buenos Aires. Lamentablemente ese retorno se vio frustrado: en febrero de 1829 llegó al puerto de Buenos Aires y, con indignación y dolor, pudo saber la noticia del derrocamiento y fusilamiento del gobernador Dorrego en manos del unitario Lavalle. 


El general decidió no desembarcar porque la consecuencia inmediata sería, ser parte en la guerra civil y derramar sangre hermana... Para entender la verdadera dimensión de esta decisión - y otra similar tomada a mitad del siglo XX- se puede traer a colación una distinción sobre la noción de “Patria” del pensador nacional Leopoldo Marechal. En efecto, existe una “definición humana” donde “Patria es “Nación” o el conjunto de hombres que la integran y que son exactamente sus hermanos”; pero también existe una “definición geográfica sin temperaturas de hombre” que siempre gusta en decir “Patria es la tierra donde se ha nacido” … Es así que cambiando la “definición humana” por la “definición geográfica” y escamoteando el verdadero ser de la Patria, algunos sólo se centran en la consideración paisajística del escenario de la Patria, “sin mirar a los actores que lloran o ríen en él y ajeno al drama que se representa en el escenario…”. Vale decir que esta “definición o concepción geográfica” de Patria, ha provocado mucho mal en nuestra Argentina, permitiendo todo tipo de atropello hacia el Pueblo que nutre esa misma Patria. Tenemos otro grupo – con iguales consecuencias nefastas - donde Patria es igual a “instituciones republicanas”; pero ese es otro tema para analizar en un capítulo aparte... 


 “El general San Martín jamás derramará sangre de sus compatriotas y sólo desenvainará su espada contra los enemigos de independencia de Sud América”. 

Manifiesto de José de San Martín, (Valparaíso 27/7/1820) 


Se retiró a Montevideo, luego viaja a Londres, luego a Bruselas, de ahí pasa a París, posteriormente a Grand Bourg/Évry (Essonne) en las afueras de de París, donde vive un buen tiempo, y recién en 1848 se instala en Boulogne Sur mer, donde muere a las 15 horas del 17 de agosto de 1850, con 72 años de edad. 


La historia de San Martín representa el drama del héroe que por cumplir sus valores, principios y el compromiso humano hasta las últimas consecuencias, debe enfrentar grandes sacrificios, que incluyen desde ataques a su honra, amenazas físicas, hasta el exilio, incluso impulsados por aquellos que supuestamente son “propios”. 


"Ningún sacrificio ha sido grande para mi corazón, porque aun el esplendor de la victoria es una ventaja subalterna para quien sólo suspira por el bien de los pueblos"

José de San Martín - Proclama al Pueblo peruano


Para cerrar nada mejor que estas palabras de Chesterton: “el santo y el héroe genuino, sólo se diferencia de la humanidad porque, por así decirlo, es más humano que la humanidad. No es cierto, como sugieren los ociosos materialistas de nuestra época, que, comparado con la mayoría, el héroe aparece frío y deshumanizado; es la mayoría la que aparece fría y deshumanizada en presencia de la grandeza” ... 


 ¿Quién sigue y encarna los valores y principios de San Martín, en la actualidad, en esta Argentina que en pleno siglo XXI se sigue mostrando como semicolonia? 


Sin lugar a dudas, muchos y muchas siguen los valores y principios de San Martín, solo que hoy en día no andan en caballos blancos. No obstante, merece destacarse que esta es una pregunta existencial legítima que constantemente nos interpela a todas y todos, cualquiera sea el escenario, el lugar o la trinchera en que circunstancialmente nos toque estar ...



Con la tecnología de Blogger.