Coloniaje

Manipulación: "Los Bueyes con los que aramos" por Eddy Whopper




En el mundo se vive, como en los prolegómenos de esos grandes conflictos que llevan a las peores devastaciones, una situación de GRAVE manipulación de enormes masas de "patologizados" por parte de los perversos.



Edir Macedo, el multimillonario fundador y dueño
de la SECTA más grande de Brasil,
la Iglesia Universal del Reino de Dios.
Latinoamérica no es una excepción. Argentina y Brasil son los ejemplos más contundentes de un fenomenal retroceso evolutivo que genera padecimientos presentes y que compromete el futuro de manera crucial, frente a las sonrisas de consentimiento de una mayoría sumamente afectada, entregada a la digitación de sus sensaciones. Una mayoría, sobre todo, abierta al juego de legitimación de los odios y los preconceptos más aberrantes, que lindan con los fenómenos de enfermedad social más deplorables que se dieron en toda la Historia de la Humanidad.


Sí, otra vez los ejemplos clásicos: el nazismo, el fascismo, el falangismo, las disputas raciales en África, las guerra de Yugoslavia, la colonización española e inglesa, por poner sólo algunos en los que el molde de prevalencia racial, política o religiosa de determinados grupos sobre otros se instauró como estructura central de estados mesiánicos, totales y a la vez absurdos (es insostenible “abarcar todo”) y criminales.


El indio Sri Sri Ravi Shankar, uno de los
gurúes preferidos de Macri.


Por estos días, la herramienta de los perversos para movilizar al rebaño ha dejado de ser “la patria”, “el porvenir” o “la construcción de un Reino de 1.000 años”. Hoy pre-ordenan la conducta de sus patologizados apelando al “impacto emocional interior”. Refuerzan el individualismo místico. Construyen la idea de un “tú eres tu propio templo y lo puedes todo”, sólo a través de repeticiones obsesivas cuasi religiosas. Trabajan la superioridad del “sentir”, al que ubican por encima del “saber”; y por esa razón (y por otras más grotescas) los patologizados se conducen convencidos de certezas inventadas –pero de fuerte penetración anímica- a las que dotan de sentido de realidad y viven como la realidad misma.



Con estas formas de acercamiento a la irracionalidad movilizante, los perversos han logrado que los ignorantes y los cultores de antivalores se patologicen a una velocidad récord. Además, los han sugestionado de manera tal que todos ellos están persuadidos de que, por sólo pensar muchas veces una cosa, esa cosa se va a “materializar” en el mundo de las… cosas.


“Sólo debes decretarlo y se cumplirá”: el juego empezó con el fin de ganar algún dinero explotando la tendencia de los irrecuperables al pensamiento mágico. Ese creer que es uno quien determina el mundo a partir de lo que le pasa en la cabeza, esa ILUSIÓN TRASCENDENTAL (que Kant, en el siglo XVIII, ya había calificado de “engaño del conocimiento”), se multiplicó entre los elementales a un punto tal que la política y la religión –las dos formas más potentes de ejercicio del poder sobre grandes grupos- comenzaron a atenderla como instrumento de dominio.


El macrismo, el bolsonarismo, las paraiglesias, las nuevas formas de nazismo, son ejemplos del trabajo espurio y eficaz de un grupo de perversos sobre grandísimos nichos de población inculta y pérfida, que apela a una “mística de la persona” para “elevarse hacia el Universo”, “ser parte de él” y… destruir a los que “no son parte de él”.


En fin. En Venezuela, hoy mismo, hay una movilización que abarca a la mitad de toda su población, que “SIENTE” QUE EL PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DEBE SER DERROCADO. La fuerza de la rebelión no pasa ya por las armas: basta con manipular a los ignorantes y a los pérfidos, advertir que ACEPTAN SER PATOLOGIZADOS y trabajar sobre ello. La empresa da sus frutos: hace pocas horas, la masa de digitados ha elegido un nuevo titular del Poder Ejecutivo, que juró ante una asamblea mal armada y por tal razón se hace llamar “Presidente Juramentado” o "Presidente Encargado". Un disparate.


¿Qué les da a toda esa gente la certeza de su triunfo? Algo más fuerte que una convicción: el aferrarse emocionalmente a cuatro o cinco enunciados, por más ridículos que parezcan.


“Venezuela”, dice el ejército de grotescos, “TE DECRETO LIBRE”, “TE IMAGINO RENOVADA”, “TE DECLARO EN PAZ”.


Como pasar la panza de un sapo por la cabeza de un paciente, como bailar para que llueva, como mirar hacia el norte para que regrese la persona amada. Aquí mismo he visto gente que dice “yo me decreto feliz”, “yo ordeno mi sanidad física y espiritual”, “no permito que nada malo me suceda” y desplegar otras torpezas rudimentarias de ese estilo que en otras épocas causaban gracia.


Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela,
sin ningún proceso de elección
pero con el impulso de EEUU
Pero esta vez, a la larga, DARÁ RESULTADO. La mediocridad es el instrumento más poderoso que existe. Los mediocres son invencibles, y los mediocres empoderados en la mística del poder absoluto y de la conexión personal con la Fuerza Universal, tienen un poder de fuego mucho mayor que la suma de todas las bombas de Hidrógeno que se nos ocurra pensar. Los perversos lo saben y por eso procuran su adhesión, que ya han logrado en varias partes del mundo, Argentina incluida.


Toda esta grey venezolana, fuertemente sugestionada, logrará sus fines. Los lograron en Brasil, los lograron en Argentina, en Chile, en Perú, en Ecuador.


Nuestro desafío es descubrir la estrategia pacífica para neutralizarlos como usinas permanentes de generación de daño.
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