Desde la asunción de Mauricio Macri como presidente, comenzó una fuerte persecución a la clase trabajadora. Bajo el rótulo de ñoquis fueron despedidos -entre diciembre y marzo- más de 100.000 ( más de 30.000 públicos, resto privado) y el 31/03 se vencieron 24.000 contratos en organismos nacionales con despidos confirmados en muchos de ellos trabajadores en todo el país. Tristemente nuestra provincia es el búnker intelectual de este plan de achicamiento, siendo Sanz, Cobos, Cornejo, De Marchi, entre otros, los artífices de esta supuesta revolución de la alegría y el brazo político a la mirada empresarial de los CEOS.

A los municipios también llegó la ola macrista de achicamiento del estado. Las Heras, Guaymallén, Tupungato y Luján de Cuyo suman más de 1.000 despedidos. Municipios como Santa Rosa, tuvieron a sus trabajadores entre tres y cinco meses sin cobrar.
Los organismos nacionales estuvieron, en algunos casos, acéfalos (tal como Desarrollo Social) donde las nuevas autoridades fueron asumiendo a partir de febrero, anunciando que los despidos que se produjesen no dependían del o la funcionario/a local sino de los niveles centrales, siendo esto una falacia, ya que sobran muestras de los informes que la provincia ha enviado, en donde se califica al trabajador/a y cuyo objetivo es el ajuste.

Ante este panorama -de despidos y vaciamiento del Estado- no se ha generado una sola política pública que garantice la mejora o la continuidad de los trabajadores. Los delegados de los organismos nacionales continuaremos organizados y en contacto con los compañeros de cada espacio. Mantendremos también las asambleas, participaremos de Plenarios, mantendremos las consignas contra el ajuste y la inmediata reincorporación de los trabajadores despedidos. Exigimos así, la estabilidad laboral mediante el pase a Planta Permanente de los trabajadores y trabajadoras del Ministerio.
Daniel Delgadillo
Delegado del CDR de Mendoza